Capítulo 3: Como si nada hubiera pasado.
En el departamento de los chicos de DBSK, se podía ver a un Yunho en la cocina sirviéndose algo de jugo, mientras que un infantil Junsu era alimentado por Yoochun. En ese momento un fuerte ruido hizo que todos voltearan hacia la puerta, donde se encontraba el menor de los integrantes.
-Min…-dijo Yoochun, pero el otro únicamente se pasó de largo y se encerró en su habitación.-… ya llegaste.
Todos se quedaron en silencio mirando hacia la dirección que Min había tomado, Yunho estaba tan embobado pensando qué era lo que le pasaba a su “hijo”, que no se dio cuenta que el vaso ya había llegado a su límite, hasta que sintió algo mojados los pies. Su cara bajó hacia estos y abrió los ojos, sorprendido.
-¿Pero qué rayos?-dijo el líder poniendo el jugo y el vaso en la mesa, para después tomar su camisa y estirarla viendo la enorme mancha naranja.
-Jeje… ay jefe, pareces un papá preocupado.-se burló Junsu a lo que Yoochun comenzó a soltar tales carcajadas que se cayó de la silla.
Mientras tanto el menor de la agrupación estaba tirado en su cama cubierto hasta la cara por las cobijas, estaba llorando, se estaba desahogando. Quería gritar, quería hablar con alguien. Sin embargo lo primero no lo podía hacer, sin que lo tacharan de loco, lo segundo, no tenía con quién hablar. Si lo hablara con Yoochun, seguro le preguntaría si fue bueno, si le gusto, o ese tipo de cosas.
Con Junsu… bueno, a Junsu le tendría que explicar paso por paso. Y eso sería algo bastante incómodo. El último que quedaba era Yunho, pero esa no era una buena opción, ya que si Jae se llegara a enterar acerca de que se lo había dicho seguro y terminarían haciendo un problema aún más grande.
Changmin ese día lloró, lloró hasta quedarse dormido.
Los chicos aún seguían sin comprender el comportamiento de Max, era raro que se pasara de largo, y sobre todo que ignorara a alguien. Desde la mañana que se estaba comportando extraño.
-Ya llegue.-se escuchó la voz de Jaejoong, quien sólo arqueó una de sus cejas mirando confundido a Yunho, que se encontraba cruzado de brazos mirando hacia la habitación de Changmin. Hero tragó saliva nervioso, ¿él les había contado lo que pasó la otra noche?
-Pu… Changmin se está comportado raro.-infló los cachetes a modo de puchero, bueno, esa era su forma de preocuparse.
-¿Qué pasó?-preguntó el más grande de la agrupación.
-Mm…-suspiró Yunho-… eso me gustaría saber. Min está actuando demasiado raro hoy.-una opresión en el pecho apareció en Hero.
Jae entró a la cocina y se puso a hacer algo de cocinar. Se sentía tan culpable, tan mal. ¿Quién era él para arrebatarle todo? Era un ladrón, eso era. No sólo le robó su primer beso, sino que también su primera vez.
La imagen de Changmin totalmente abochornado y llevando una de sus manos a la frente, vino a la mente de Hero. Quien al recordarlo enterró el cuchillo en la papa que estaba a punto de cortar. Un pequeño carmesí apareció por su rostro, llevó una de sus manos a la boca.
Rayos, ¿por qué se sentía así? Por un momento, sólo por un momento, pensó que Changmin se veía tan lindo.
¿Pero qué rayos estaba pensando?
Comenzó a golpearse la cabeza con el plato donde minutos antes se encontraba partiendo las cosas para preparar la comida. Diablos, diablos, diablos.
“¿Cómo puedes pensar eso, Kim Jaejoong?” pensaba mientras se seguía golpeando. “No puedes pensar que es lindo, ¡después de lo que hiciste!”
-Lo sé, lo sé.-se dijo a sí mismo.- Pero… es que en verdad se veía lindo.
“¡Cállate!” le contestó su consciencia.
-Lo siento.
-Hyung…-la voz chillona del delfín llamó su atención. Frente a él, Junsu, Yoochun y Yunho lo veían… raro.- ¿Qué te pasa?
¡Oh como quería que la tierra lo tragara! ¿A quién demonios se le ocurrió hacer la cocina abierta, de tal forma que cuando uno se encuentra cocinando puedes ver y ser visto? Ah, espera… ¿esa no había sido una idea de él?
-Hyung… ¿te encuentras bien?-preguntó preocupado Yunho, quien en sus adentros rogaba porque fuera cierto, ya que no quería lidiar con otro problema aparte del de Changmin. Y es que cuando uno de los de DBSK se encontraba mal, había problemas, pero cuando más de uno estaba así, era casi el fin del mundo.
-Sí estoy bien…-se recargó en la mesilla, exaltándose al ver como el cuchillo se encontraba en la papa.- ¿Por qué no ordenamos algo para comer?
Rió nerviosamente tratando de sacar el cuchillo, el pequeño delfín se abrazó al cuerpo de Micky mientras retrocedía. El líder apareció atrás de él.
-Primero que nada, suelta el cuchillo.- quitándole el cuchillo y poniéndolo a un lado.- Segundo, creo que esa fue la mejor idea que pudiste tomar.
La pizza llegó y los jóvenes comenzaron a devorarla, el ensayo de la mañana ya estaba surgiendo efecto. El más hambriento de todos era Junsu, quien, si no hubiera sido porque Jae le detuvo la cabeza, se hubiera no comido, sino tragado toda la pizza.
-Hyung, tengo mucha hambre.-comenzó a chillar.
-Sí, ya sé, pero no eres el único.-dijo mientras servía una generosa cantidad de pedazos en un plato.
-Hyung, ¿en serio te vas a comer todo eso?-abrió los ojos tanto que, por un momento el mayor dudó que fuera asiático.
-Claro que no, esto es para Min.-respondió para después dar unos cuantos pasos hacia la habitación del mencionado, pero de un momento a otro decidió parar.- Eh… Yoochun.
-¿Ah? ¿Sí?-le miró confundido el nombrado.
-Puedes… ¿Puedes llevárselo a Changmin?-le dio el plato, Yoochun le miró sin comprender.- Es que me anda del baño.
-Ah… está bien.-se encaminó hacia la habitación, tocó varias veces pero no recibió respuesta. Intentó abrir la puerta pero tenía seguro. Ah, pero si ya lo estaba cabreando.
Llevó una de sus manos al cabello sacándose un separador (broche, no sé cómo le llamen), y lo introdujo en la manija intentando abrir la puerta. Un poco más a la derecha, a ver, tantito más. Ya.
Yoochun entró y vio un enorme bulto sobre la cama. Soltó un suspiro, cerró la puerta y encendió la luz. Puso el plato en una de las mesas de noche y se sentó en la cama, a un lado de él.
-Changmin…-susurró-Min…-le comenzó a mover para ver si se despertaba.
-¿Quién es?-preguntó con voz somnolienta destapándose.- ¿Hyung?
-Te traje pizza.-dijo dándole el plato. El menor le miró no muy convencido, ¡¿Yoochun, llevándole pizza a él?!
Max inmediatamente llevó una mano a la frente de Micky.
-¿Qué? ¿Qué pasa?-cuestionó confundido.
-¿Estás bien?-arqueó una ceja a lo que el otro sólo soltó una carcajada entendiendo la broma.
-Sí, estoy bien. Y ahora cómetelo.-le ordenó a lo que Changmin se limitó a obedecer. Ya cuando terminó el mayor se le quedó viendo.- ¿Qué pasa? Es raro que te encierres, era como si…
-¿Cómo si no quisiera que ninguno de ustedes entrara?-terminó la pregunta.
-Mm… más bien, como si quisieras que alguno de nosotros no lo hiciera.-recalcó la palabra alguno.
-Como siempre, tu sexto sentido no está mal.-Max se puso de pie estirándose un poco.
-¿Se puede saber qué pasó?-después de todo se suponía que eran como hermanos, y se debían de apoyar como tales.
-Digamos que no es algo de lo que me sienta orgulloso.-se encogió de hombros. Rayos, se sentía muy incómodo, su playera estaba completamente sudada. ¿Realmente se había dormido con cobertor en pleno verano? ¿Y sin aire acondicionado?
-Mm… si es por una chica, olvídalo.-movió la mano y cerró los ojos algo fastidiado.- Las mujeres son muy complicadas, te dicen “sí”, pero a la mera hora dicen: ¿Cuándo te dije eso?
Changmin juró que, si se encontrara en un anime, miles de signos de interrogación hubieran aparecido alrededor de él. Movió la cabeza y sonrió.
-No, no es nada de eso.-hizo una pausa y se debatió un buen tiempo sobre si decirle o no.- Oye… ¿cómo fue tu primera vez?
Yoochun se atragantó con su propia saliva, sus ojos casi salían, después de toser un poco y recuperar el aliento le respondió.
-Em… pues, fue hace mucho.-Min peló los ojos- Bueno, no mucho. Pero digamos que fue, muy, muy bueno.
-Oh…-fue lo único que atinó a decir antes de rodar los ojos.
-¿Por qué? Acaso, ¿acaso ya tuviste tu primera vez?-preguntó totalmente emocionado el mayor, oh no, esa era una mala señal.- ¿Y qué tal estuvo?
-No fue como pensé que sería.-sacó una muda nueva.- Y no quiero hablar sobre eso.
Sin más se marchó de la habitación, Micky le siguió con la mirada. Un poco confundido salió, cerrando la puerta tras de él. El resto de los chicos que se encontraban en el comedor lo observaron intentando encontrar respuesta ante la pregunta de: “¿Qué le está pasando a Changmin?”. El joven sólo sonrió.
-Problemas de adolescente, bueno, algo así.-fue lo único que atinó a decir, sabía que al chico le había costado mucho el revelar que ya había tenido su primera vez, y divulgarlo sólo haría que se sintiera más incómodo. Además de que papá Yunho seguramente iría a golpear a aquella persona con la cual había tenido relaciones.
Ahora que recordaba, no le dijo mucho. “¿Así de malo fue?” pensó Micky.
-¡Tierra llamando a Chun! ¡Tierra llamándote!-agitó su mano Junsu en la cara de Yoochun. El mencionado soltó un pequeño saltito, para después reír. Sin embargo, la mirada de un Jaejoong serio hizo que su sonrisa despareciera.
El mayor al percatarse de que Yoochun lo observaba desvió la mirada y comenzó a recoger los trastes, se sintió algo nervioso e incómodo. ¿Y si tal vez Changmin le dijo algo? Movió la cabeza en negatoria, no, Changmin no haría algo cómo eso. Él… él seguramente se escondería y se pondría a llorar en silencio.
Un recuerdo volvió a su mente.
Hero había tenido un mal sueño por lo que había decidido levantarse e ir por un vaso de agua. Entró a la cocina, estiró su brazo derecho y sirvió un poco de agua. Una pequeña luz proveniente del baño le llamó la atención, curioso dejó el vaso en el lavabo y se encaminó hacia el baño. Con las cejas fruncidas metió la mano pues, pensó que a alguno de los chicos se le olvidó apagar la luz, pero antes de que lo hiciera logró escuchar unos sollozos. La voz era realmente familiar.
-Mamá…-susurró entre lágrimas aquel joven. Los ojos del mayor de la agrupación se abrieron de par en par, para después mostrarse enternecidos. Era Changmin, el más joven del grupo. Jae entró al baño y abrazó por la espalda al menor.
-Ya… Changmin… Ya Min, no estás solo.-le dijo al oído. Él no era el único que se sentía solo, pero sí el que más necesitaba a su familia.
Rayos… Otra vez sintió aquella opresión en el pecho, ¿por qué todo lo referente a Max, lo hacía sentir tan mal? Cerró la llave y escuchó una puerta cerrarse, alzó la vista y se dio cuenta de que esa puerta era la de él.
Jae secó las manos y se quitó el delantal.
-¿Vas a ir a hablar con Min?-preguntó el delfín, quien traía la cara completamente llena de chocolate.
-Eh… sí.-dudó unos segundos.- Por cierto, Junsu, límpiate la cara.
El chico asintió y siguió devorando aquel pastelillo. El otro sólo soltó un suspiro. Tocó la puerta, al no recibir respuesta volvió a tocarla.
-Adelante…-escuchó la voz de Changmin del otro lado.
Realmente dudó en si abrirla o no, pero, tenía que arreglar lo que había hecho. Al momento de abrirla, vio que el menor se encontraba terminando de vestir, cosa que hizo que se sonrojara un poco.
-Changmin…-le llamó, el otro inmediatamente volteó y le vio algo sorprendido.-Yo…
-No digas nada.-se sentó al filo de la cama despeinando sus húmedos cabellos.- Si te quieres disculpar, ya lo dijiste, ¿no?
-No… Min,-negó con la cabeza y estiró su mano hacia él- yo, yo cometí un error. Bebí de más y…
-No tienes que decir nada.-llevó su mano a la frente- No fue tu culpa, bueno, no toda. ¿Por qué…?
Hubo un pequeño silencio, un silencio que Hero no quiso romper.
-¿Por qué no hacemos como si no hubiera pasado nada?-le miró el menor.
-Eso… ¿tú estás seguro de hacer eso?-le preguntó no muy convencido.
-Sí, es lo mejor. Lo mejor es olvidarlo. Por el grupo, por ti y por mí.-suspiró- Eso es lo mejor. Ya lo pensé.
-Si tú lo dices, entonces está bien.-hizo una pausa- Min… ¿me perdonas?
Lo último sorprendió un poco al nombrado, ¿perdonarlo? Nunca se hubiera esperado que le pidiera eso. La comisura de sus labios se arqueó formando una pequeña sonrisa.
-¿Por qué tendría que perdonarte?-en ese momento Jae sintió que el mundo se le venía encima- No soy quién para perdonarte o culparte.
Hero inmediatamente le abrazó, sorprendiéndole nuevamente. Max sonrió y correspondió a su abrazo.
-Gracias.-le susurró el mayor.
