viernes, 31 de diciembre de 2010

Capítulo 2

Max Changmin

En aquella oscura habitación, Hero Jaejoong se encontraba despertándose después de una noche llena de alcohol. Un fuerte dolor de cabeza lo hizo doblarse, ah, como maldecía el haberse ido a emborrachar. Todo por culpa de Yunho, ¿acaso era tan ciego para no darse cuenta sobre sus sentimientos? ¿O era un gran actor, que nunca se dio cuenta?
No recordaba nada de lo que había sucedido la noche anterior, sólo que Changmin se había dado cuenta de sus sentimientos, sólo eso. A decir verdad, ¿dónde estaba? Volteó la cabeza y miró al reloj de mesa que marcaba las nueve en punto. ¡Diablos! Se le había hecho tarde para el ensayo. ¿Cómo había terminado ahí? Bueno, quién sabe, tal vez una fan lo ayudó o pudo llegar por su propio pie.
Tomó su ropa y se vistió para después marcharse de aquel cuarto de hotel.

Los chicos se encontraban tomando un pequeño descanso, extrañamente Changmin se encontraba más serio de lo normal, claro que Junsu no se dio cuenta, pero el resto sí. La puerta del lugar se abrió dejando ver a un, algo demacrado, Hero. El líder inmediatamente se puso de pie y caminó hacia él.
-Hola a todos.-sonrió el recién llegado dejando a un lado su maletín.
-Dinos por qué llegaste tarde.-pidió el castaño frunciendo el ceño.
-Lo siento, lo siento.-juntó sus manos haciendo una reverencia y  pidiendo disculpas.
-Ya, ya Hyung.-le tranquilizó Junsu quien practicaba los nuevos pasos, el líder soltó un suspiro.
-Está bien, vamos, no hay tiempo que perder. Tenemos que ponernos a ensayar.-dio media vuelta y se colocó en posición. Changmin se encontraba amarrando las agujetas de sus tenis, sentado en medio de la habitación, Jaejoong pasó a un lado de él y le saludó. El joven únicamente desvió la vista y le ignoró. El mayor pensó que había algo raro en Max, sin embargo lo dejó pasar, para comenzar a ensayar.
Jaejoong seguía torpemente los pasos de sus compañeros, en ese momento el menor de los integrantes cayó al suelo al haber hecho mal un cruce.
-¿Estás bien?-inmediatamente se preocupó Yunho acercándose al chico.
-Sí, no pasó nada malo.-murmuró poniéndose de pie.
-¿Seguro que estás bien?-volvió a preguntar el pequeño delfín de la banda.
-Sí…-dijo casi inaudible.
-Bueno, continuemos.-ordenó U-Know.
El ensayo terminó y la mayoría de los chicos de la agrupación llegaron a la misma conclusión, Changmin estaba actuando raro. Y prueba de ello fue lo que había hecho hace varios segundos. El joven tenía la costumbre de que, cada que terminaban los ensayos, quitarse la playera para después irse a las regaderas. Sin embargo, ese día cuando estaba a punto de despojarse de la prenda volteó a ver a su compañero Jaejoong quien, por casualidad, se encontraba mirándolo, pensando en lo raro que estaba actuando; al momento de saber que le veía, prefirió dejársela y encaminarse a ducharse.
Sí, definitivamente Max Changmin estaba actuando raro.
En las regaderas Junsu se encontraba jugando con Yoochun (no piensen mal), se tiraban agua mientras que el resto se duchaban de manera normal. Después de unos segundos Yunho, Xiah y Micky se retiraron del lugar dejando solos a Changmin y Jaejoong. El más joven al darse cuenta que se encontraba solo con él, recordó lo que había pasado la noche anterior. Definitivamente no quería que eso se volviera a repetir, aunque en el fondo sabía que Jae en sus cinco sentidos nunca lo haría, o al menos eso quería creer. Cerró la llave y se dio media vuelta dispuesto a irse a los vestidores.
-Changmin…-le llamó su compañero antes de marcharse, hubo algo que lo hizo detenerse.- ¿Changmin?
Mordió su labio haciendo una mueca de dolor, ya que había olvidado que Hero le había mordido hasta sangrar la noche anterior. Como odió haberlo hecho, realmente dolía, e ignorándole de nuevo se marchó.
Oh no, Max no iba a ignorarle otra vez. ¿Por qué estaba actuando tan raro? Más bien, ¿por qué sólo a él lo ignoraba? Rápidamente Hero terminó de bañarse para seguir al menor, quien ya se encontraba completamente vestido.
“Vaya, que rápido” pensó para después mover la cabeza, puesto a que eso no era lo que iba a decir.
-¿Por qué me ignoras?-preguntó a lo que el otro guardó unas cosas.
-… no te estoy ignorando.-fue lo único que dijo como respuesta. ¡Claro! Ahora él estaba teniendo alucinaciones.
-Changmin, sé que me estás ignorando,-volteó el rostro un poco molesto- es más, estás actuando raro. ¿Qué te pasa?
-No te interesa.-respondió cortante mientras le daba la espalda dispuesto a irse.
-No,-le sujetó de la mano reteniéndolo- dime, qué rayos es lo que te pasa.-exigió.
Inmediatamente Changmin agitó su brazo para deshacerse del agarre del mayor.
-¿Ya no te acuerdas?-susurró con la cabeza baja. ¿Acordarse? ¿De qué?- No me digas nada, tu silencio me dice que no, bueno, tendré que refrescarte la memoria.
Alzó su rostro dejando ver como varias gotas saladas comenzaban a descender por él, y sonrió. Jaejoong sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, estaba seguro de que algo bueno no había hecho.
-Tú… Ayer… tuvimos… sexo.-muy apenas logró terminar la frase, los ojos de Hero se abrieron de par en par, ¿había escuchado bien? Las lágrimas en el rostro de Changmin eran más constantes, el mayor al verlo así se sintió tan miserable.
-Yo… no sé qué decir.-fue lo único que atinó a decir, extendió su brazo tratando de tocarlo. Max se alejó.
-No te me acerques.-masculló, estaba demasiado triste.
-Perdóname, Changmin.
-¡No me pidas disculpas!-le aventó una toalla a Jae para que se mantuviera lejos de él, luego tomó sus cosas y abrió la puerta, antes de irse volteó el rostro para dirigirle una última mirada.- Esa fue mi primera vez.
Jaejoong cayó de rodillas impresionado, pero después la vergüenza se apoderó de él, no sólo le había robado su primer beso, sino también su virginidad.
Ahora… ¿Qué debía hacer

Capítulo 1

Las cosas que provoca el alcohol. 

Su rostro se mostraba tenso, y sus ojos se comenzaban a hallar vidriosos. Frunció los labios, tragó saliva y después enarcó una sonrisa, una sonrisa que no llegaba hasta su mirada. Con todas las fuerzas del mundo logró articular palabra.
-Felicidades Yunho.-volvió a sonreír el castaño de nombre Jaejoong.
-¿Por qué no nos lo habías dicho antes?-preguntó confundido Yoochun.
-Eh, bueno… quería que fuera una sorpresa.-rascó su mejilla algo nervioso sin dejar de tomar de la mano a una chica.-También tenía miedo de cómo actuarían las fans.
-Vaya que fue una sorpresa.-masculló Junsu inflando los cachetes a modo de puchero.
-Pienso que no deberías de decirlo a las fans aún.-dijo el menor de los integrantes mientras cambiaba de canal en el televisor.
-Es cierto.-le apoyó Jaejoong con la sonrisa aun en su rostro.- Yo también pienso que no deberían de hacer pública su relación.
-Bueno, sinceramente… a mí me da miedo que de repente llegue una de las fans e intente hacerme algo.-admitió la linda chica que tomaba de la mano al líder de la agrupación.


“Si tanto miedo tienes, ¿por qué no le sueltas la mano?” pensó Jaejoong desviando la mirada hastiado.


-Bueno, felicidades, que genial que tengas una novia y etcétera, pero bueno tenemos cosas que hacer.-dijo Yoochun tomando una mochila.
-Ah, es cierto, íbamos a ir al gimnasio.-Junsu también tomó la suya y le acompañó.- Bye.
-Eh…-susurró la joven logrando llamar la atención de su ahora novio.
-¡Ah, sí! Lo había olvidado, lo siento. Disculpen chicos,-hizo un pequeña reverencia- Mi Sun y yo habíamos quedado en ir al parque de diversiones. Esto… sin más nos vamos.


Los jóvenes novios se fueron dejando a ambos solos. Changmin seguía metido en el televisor sin hacer ruido por lo que el mayor de los presentes olvidó su presencia y se dejó caer al suelo sin más. Changmin al escuchar el impacto inmediatamente se volteó, para encontrarse, para su sorpresa,  con un totalmente destrozado Jaejoong. El chico se hallaba tirado en el piso, golpeando a éste con el puño cerrado y varias lágrimas descendiendo por su rostro. El menor se puso de pie acercándose hacia donde se encontraba el otro joven, apretó el control remoto, pues se encontraba confundido por la actitud de su amigo, y sin querer cambió de canal haciendo que Jaejoong levantara su rostro.
-Changmin…-susurró sorprendido, un ligero carmesí apareció en sus mejillas, pues se encontraba avergonzado de que otra persona lo había visto llorando. Hace mucho tiempo que alguien lo había visto llorar, siempre lloraba cuando se encontraba solo. Desde niño, lo recordaba.
-Tú…-soltó en un susurro el muchacho.-… a ti… a tú… tú…-volvió a decir, Jaejoong lo miraba confundido, no sabía qué era lo que su amigo le quería decir- A ti te gusta Yunho… ¿verdad?
Su rostro se tensó, después desvió la vista y encarnó una sonrisa llena de tristeza.
-Así es… ¿se me notaba tanto?-preguntó sin muchos ánimos.
-La verdad no.-dijo el chico aventando el control remoto al sofá. Jaejoong casi sentía como una gotita de sudor caía por su sien.- Es sólo que te pusiste a llorar cuando se fue.


Se quedaron ahí en silencio por unos segundos, ninguno se atrevía a pronunciar palabra, hasta que el mayor de los dos se puso de pie y tomó sus llaves y abrió la puerta.
-¿A dónde vas?-cuestionó Changmin preocupado.
-Iré a tomar unos tragos.-contestó sin mucho interés, poniéndose los zapatos.


Inmediatamente el menor tomó un saco y se lo puso para ir tras de él.


-Yo te acompaño.
-No te preocupes, no me pondré tan ebrio.



Minutos después en un bar…



-No entiendo hyung… no entiendo…-decía con lágrimas en los ojos y una copa entre sus manos.- ¿Por qué…? ¿Por qué tenía que ser una escoba con dos bolas de grasa?
-Eh… no sé Jaejoong. Pero ya estás muy borracho.-detuvo su mano antes de que la copa llegara a sus labios.
-Changmin, tú también toma.-llevó su trago a la boca del nombrado haciéndolo beber.
-Ya, ya tomé, ahora vámonos.-sintió un ligero mareo, a decir verdad, él no era muy bueno con eso del alcohol.
-No, no. Bueno.-recapacitó- uno más y ya.


E hizo lo mismo que la otra vez, el más chico de los dos ya no podía más, y a decir verdad, él otro no se veía muy bien que digamos. Tras lograr convencerlo, terminaron yendo al hotel más cercano, ya que, por el exceso de alcohol ninguno de los dos recordaba la dirección de la casa de los DBSK. Claro que rápidamente les atendieron y estos únicamente dieron el dinero y recogieron la llave, se encontraban muy mal.
Pero el que estaba peor era Jaejoong, ya que Changmin lo traía a rastras y muy apenas y podía caminar. Al llegar a la habitación el menor tiró a la cama al otro, sin embargo, el brazo de Hero aún seguía en su cuello cayendo como consecuencia con él en la cama.
-Jaejoong… suéltame.-pidió tratando de quitarse el brazo del cuello.
-Oh…-alargó la palabra llevando su mano al rostro del menor.- Eres muy lindo Changmin.
-Qué dices, ya me quiero dormir.-se tiró en la cama cayendo a un lado del cuerpo de Jaejoong.-Me hiciste beber demasiado.


En eso sintió como el mayor lo jalaba quedando bocarriba y  Jaejoong arriba de él. El más grande de los dos llevó su mano al rostro del menor delineando los labios de él con sus dedos.
-¿Qué haces?-preguntó Changmin confundido.
-Eres lindo Changmin.-repitió llevando su rostro al cuello del mencionado, con su lengua comenzó a recorrer aquel fino y delgado cuello, haciendo que la piel de Changmin se erizara.
-¿Qué haces?-volvió a preguntar llevando su mano a la cabeza de su amigo tratando de quitarla, sin embargo sus intentos eran en vano, él era aún más fuerte.


Llevó sus manos a la camisa de Changmin abriéndola de golpe y haciendo que los botones de ésta volarán. Con su lengua continúo su camino hasta llegar a sus pezones lamiéndolos y dándoles pequeños mordiscos, el menor arqueó su espalda.
-¡Ja…Jaejoong… para! ¡Por favor para!-pidió con lágrimas en los ojos. Pero el otro no hizo caso a su petición.  Fue bajando hasta llegar a su abdomen, apretando entre su entrepierna, sentía como algo se estaba poniendo duro. Jaejoong dio una lamida a su abdomen y bajó el cierre del menor bajando algo más que sus pantalones. Con su mano comenzó a estimular a Changmin, quien derrotado comenzaba a soltar gemidos de placer.
-Eres lindo Changmin.-dijo mientras llevaba dos de sus dedos a la boca lamiéndolos, para después sacarlos y acariciar la entrada del chico, luego metió uno de los dedos.
-¡Sácalos! Se siente raro.-pidió el chico totalmente sonrojado.
Hero se puso a la misma altura del más chico dándole un apasionado beso, su lengua lamía esos cerrados labios que no le permitían el paso. Con sus dientes tomó uno de los labios dándole una pequeña mordida que le permitió el paso a su cavidad. Su lengua recorría aquella húmeda cavidad saboreando los restos de alcohol. Sin más bajó sus pantalones y entró en él haciendo que un grito de dolor apareciera por aquella habitación doble.



Sin embargo, aquel grito de dolor fue callado por uno de los tantos besos demandantes por parte de Jaejoong, dio otro mordisco que sacó unas pequeñas gotas de sangre en aquellos labios finos. Siguió dando embestidas al menor, quien no tuvo otra opción más que aferrarse a la espalda de su, al menos eso creía, amigo. Su llanto fue reemplazado por gemidos.
Con sus manos, Jaejoong llevó las piernas de Changmin a su costado haciendo más fácil el acceso en él. Siguió embistiéndolo mientras con su boca seguía degustando del cuello del menor. Ambos sintieron una pequeña punzada dando aviso de que el final estaba cerca.


-¡Ah!-soltaron ambos al mismo tiempo, Jaejoong corriéndose en el interior de Changmin y él en la mano de Hero.

Un fuerte dolor de cabeza lo hizo despertar, volteó su rostro hacia un desconocido reloj de mesa-disculpen no sé cómo se llaman- y vio la hora. Ya debía de estar de camino al ensayo de la nueva coreografía para el nuevo sencillo. Se sentó en la cama, también desconocida, y sintió un horrible dolor.
Pero el dolor fue lo de menos, al descubrir que se encontraba desnudo y su ropa estaba tirada por toda aquella desconocida habitación. Pero lo más horrible no fue el dolor, sino de lo que se dio cuenta. Jaejoong se hallaba a un lado de él bocabajo y desnudo. Fue cuando lo recordó todo, la noche anterior él y su “amigo”, habían tenido sexo.

Varias lágrimas cayeron por su rostro, como pudo se puso de pie y se vistió para después marcharse de aquel cuarto de hotel.

Proud of your Love

Título: Proud of your Love
Grupo: DBSK
Pareja: JaeMin, YooSu, MinTeuk, YunJae (?)
Género: Lemon, Romance
Extensión:Sin terminar XDDDD
Jaejoong se encuentra destrozado ya que Yunho les acaba de decir que tiene novia, Hero siempre le ha amado en silencio y siempre estuvo esperando tener una oportunidad. Debido a eso decide irse a tomar unos tragos con Changmin; sin embargo, debido al exceso de alcohol termina haciéndole algo que no quería al menor de los DBSK. Haciendo que Max le evite. ¿Por qué le duele tanto la indeferencia del menor? ¿Qué es ese sentimiento que lo hace llorar cada vez que lo ve? ¿Por qué Yunho ya no es tan importante para él?
DBSK-TVXQ




jueves, 30 de diciembre de 2010

Algo que jamás debió haber pasado.


Título: Algo que jamás debió de haber pasado.
Grupo: SHINee
Pareja: MinKey
Género: Lemon
Extensión: DrabbleShot(?)


Las respiraciones agitadas empañando el espejo que se hallaba frente, los gemidos ahogados que hacían eco entre las paredes del pequeño cuarto, y el embriagante placer que sentían en esos momentos. No había espacio para más.

Pasando su lengua sobre aquel conocido cuello que desprendía un exquisito sabor, encajando los dientes sin producir alguna marca. Minho tomó al mayor de la cadera volteándolo violentamente quedando frente a él, tomó de sus caderas sentándolo en el lavabo, se acercó a él rozando su erección contra la entrada de su hyung sobre la tela, Kibum tuvo que morder su labio para ahogar un sonoro gemido lastimándose en el intento. El modelo acercó su rostro lamiendo la comisura de los rosados labios, Key entreabrió los labios permitiéndole el acceso a esa tan exquisita lengua que su dongsaeng poseía.

El más alto comenzó a deshacerse de las estorbosas prendas, ahora sí sin ningún impedimento para poder deleitarse con la suave piel de su hyung, recorriendo sin pudor alguno las extremidades del mayor. Minho se separó rompiendo el beso dejando un pequeño hilo de saliva colgando, por inercia el mayor alzó rostro tratando de encontrar los gruesos labios del menor los cuales se encontraban muy lejos.
Sus manos dejaron de recorrer las piernas de Kibum para colarse en la única prenda que aún conservaba el joven todopoderoso, subió su playera posándola detrás del cuello del mayor obligándolo a llevar sus manos detrás de la nuca dejándolo a su total disposición. La boca que segundos atrás estaba siendo requerida con urgencia por Key, en esos momentos se encontraba recorriendo su cuello bajando lentamente hasta su clavícula. Kim dejó escapar un suspiro.

La atención del modelo se centró en el pequeño botón rosado que estaba frente a él, saboreándolo como si de un caramelo se tratase, tan dulce y embriagante. Besándolo, lamiéndolo, mordiéndolo. Minho conocía muy bien los puntos sensibles de su hyung, fue descendiendo hasta llegar al ombligo delineándolo con su lengua.
Kim volvió a gemir. El modelo rozó sus labios en el miembro de su hyung el cual ya estaba más que despierto, pasando de largo siguió bajando hasta llegar a su objetivo principal, la entrada de su hyung la cual ya estaba palpitando exigiendo atención. Con su lengua comenzó a penetrarlo logrando que Kibum arqueara la espalda debido al placer, entregado a la completa excitación, el mayor sentía como sus piernas temblaban y su erección amenazaba con llegar al final.


Tan asqueroso… y tan excitante.


El modelo se alejó de la entrada acercando a Key hacia él, con su mano libre bajó sus pantalones junto con su ropa interior liberando su dolorosa erección. Sin hacerle esperar más le penetró de una sola estocada. Era como lo recordaba, tan estrecho, tan delicioso… Y volvió a devorar el blanco cuello del mayor teniendo cuidado de no dejar ninguna marca, aunque ganas no le faltaban, para que se dieran cuenta de que le pertenecía, se tenía que conformar con rozar su dentadura en aquella apetitosa piel. Los suaves gemidos de su hyung en su oído estaban volviéndolo loco, era una increíble melodía que ninguna otra se le comparaba. Ni Taemin…


Estaba mal…
 Lo sabían…

Pero a estas alturas ya nada importaba, se les había escapado de las manos y no habían siquiera intentado hacer algo por remediarlo, porque simplemente no querían. El vaivén desenfrenado de ambos cuerpos  gimiendo en voz baja el nombre del otro.


Era incorrecto…
…pero se sentía tan bien.


-A-Ah, sí, así Minho… o-oh…-gemía desesperadamente Kibum mientras era embestido por el más alto, sólo Minho conocía el punto que lo hacía estallar en placer, sólo él…
El menor sacó todo su miembro sólo para volver a adentrarse en esa pequeña cavidad, llegando tan profundo y tocando ese punto que hacía gemir a Key como loco su nombre.
-M-Más rápido…-pedía con un hilo de voz debido al extremo placer que estaba sintiendo en esos momentos, con un movimiento torpe llevó sus brazos alrededor del cuello del modelo, pues la playera le estorbaba.


Unas cuantas estocadas más bastaron para llegar ambos al final, juntos, con sus cuerpos tan calientes. Con la respiración entrecortada y sus pechos subiendo y bajando tratando de recuperar el aliento se fueron separando, saliendo de su interior el más alto. Sin mirarse a los ojos fueron recogiendo las prendas y vistiéndose, el silencio era interrumpido solamente por sus respiraciones. Antes de que Minho abriera la puerta aquel pequeño cuarto, que en realidad no era menos que un baño de avión, Kibum tomó de su rostro con ambas manos robándole un apasionado beso, un beso que Minho interrumpió puesto a que si seguían así estaba seguro de que no podría detenerse.

Salieron meticulosamente del baño, percatándose de que los pasajeros se mantenían durmiendo y el personal del avión se encontraba lejos de la vista y sin decirse nada se dirigieron a sus respectivos asientos. Kibum junto con Jonghyun quien dormía profundamente con la boca entreabierta dejando escapar por momentos quedos ronquidos, mientras que Choi tomó asiento a un lado del maknae quien se removió en su lugar al sentir la presencia del más alto.


Kibum recostó su cabeza en el hombro de su novio con una sonrisa en el rostro.

-¿Mm? ¿Ya volviste del baño?-preguntó adormilado Taemin.
-Sí…-susurró jugando con los cabellos del menor soltando un suspiro pausado girando su vista hacia el asiento donde se encontraba Key, no se sorprendió al encontrarlo mirándolo, simplemente le sonrió. Una sonrisa llena de complicidad que sólo ellos dos comprendían.


Su relación iba mucho más allá de lo carnal, mucho más allá de la pasión…
Pero simplemente no aceptarían la palabra amor, porque eso jamás debió de haber pasado.


FIN

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Érase una vez nosotros

Este one-shot lo escribí para un concurso de la escuela, estaba inspirado en la canción de Aru ga mama de no recuerdo el nombre del intérprete pero es el ending del hermoso anime de Nabari no Ou.

Título: Érase una vez nosotros
Grupo: DBSK/TVXQ
Pareja: JaeMin
Género: Slash, angst (?)
Extensión: OneShot
 

     Toda historia comienza con un “había una vez”, y termina con un “vivieron felices para siempre”. Pero mi historia no es así, ¿por qué el amor no es para siempre? ¿Por qué un día tenemos que desaparecer?

     Aún recuerdo la primera vez que nos vimos, era un día lluvioso y el cielo estaba negro; iba caminando cerca de un parque cuando mi vista se posó en un chico que estaba sentado en los columpios, estaba ahí solo. Aunque las gotas caían por su rostro pude identificar unas que no pertenecían a las nubes, él lloraba. Me quede paralizado, no sabía qué hacer, mi cuerpo reaccionó solo y, cuando menos lo pensaba ya estaba frente a él extendiéndole mi mano.

Él me miró, parecía confundido, ¿qué podía decir? Yo también.

     Cuando sus ojos se posaron en los míos me di cuenta de algo, yo quería estar con él. Quería que me permitiera estar a su lado, aunque fuera como un amigo, no importaba lo demás.
-¿Me acompañas?-pregunté aún con la mano extendida sonriendo.- No mires hacia atrás, por favor.
-¿Tú… te vas a quedar conmigo para siempre?-dijo alzando el rostro cubierto de lágrimas, sentí pena por él, sentí que lo comprendía. Porque después de todo, parecía que éramos parecidos.

Ambos unidos a un destino que no queríamos vivir.
           

     Después de ese momento sentí de nuevo las ganas de vivir, de volver a sentir, de querer estar con alguien por siempre, para siempre.

     Cuando sus ojos y los míos se cruzaban sentía algo inexplicable, pero era algo que se sentía tan cálido, tan bien.

     Los días pasaban y lo conocía más, quería preguntarle acerca del por qué estaba llorando ese día; sin embargo, algo me lo impedía. Él como adivinando lo que pasaba por mi mente, me lo dijo.
     Hace poco le habían detectado una extraña enfermedad, era nueva por lo que no tenía cura, le quedaban sólo tres meses de vida. Y lo peor de todo, es que su familia le había abandonado, le había dado la espalda.
     No puedo decir con palabras lo que sentí cuando dijo eso, pero mis brazos se posaron alrededor de su cuello, mientras aquellas gotas cristalinas abordaban mi rostro.
-Yo… yo me voy a asegurar de tomar tu mano, y así volar.-susurré a su oído- No importa que tan lejos esté.-mordí mi labio inferior ocultando mi rostro en su pecho.- Así será, de esa manera.



     Era tan difícil enfrentar la realidad, poco a poco sus sentidos iban desapareciendo, su tacto era nulo y su gusto ya no existía. Era cierto que mis sentimientos hacia él habían causado grandes problemas con mi familia, ¿por qué los adultos no comprenden?

-¿Qué sucede?-pregunté al verlo tan exaltado, estaba sudando frío y su rostro se encontraba más pálido de lo normal.
-No… no puedo dormir.-extendí mis brazos invitándolo a dormir en mis piernas, acariciaba sus mechones de color chocolate mientras tarareaba una nana.- Tengo miedo.
-Yo también.-manifesté tomando su mano, aunque no me dijera nada el simple contacto con su mano hacia que tuviera el poder para entenderlo.

     Esa noche ambos lloramos hasta quedar dormidos, y nunca solté su mano, porque yo… quería sentir el calor que estaba impregnado en él.

     Las cosas comenzaron a ser diferentes, su caminar era lento e inseguro, aunque le preguntaba qué era lo que estaba pasando, él no me quería decir. Hasta que tropezó, apretó su puño y comenzó a golpear al suelo.
-Maldición Jae, estoy perdiendo la vista.-me vio con lágrimas en los ojos. Yo sabía que esto iba a pasar pronto, pero, aun así, no sabía qué hacer, qué decir. Así iba a ser desde un principio, de esa manera, tendré que aceptarlo aunque no lo quiera. Tendría que aceptar el hecho de que cada vez, Changmin estaba más lejos de mí. Que Changmin se estaba yendo de mi lado lentamente.



     Íbamos caminando en el parque, Changmin se encontraba algo cansado y se sentó en una de las bancas. Le observaba de lejos mientras compraba unos helados, aunque él ya no podía degustar de la comida, aun así compré de su sabor favorito.
-Aquí está su cambio.-dijo el vendedor mientras me extendía su mano para darme el dinero.
-No se preocupe, quédese con él.


     Ya habían pasado los tres meses y yo aún seguía teniendo la tonta esperanza de que ocurriera un milagro y él siguiera viviendo, pero dentro de mí sabía que eso no iba a suceder.
     Esa noche dormí abrazado de él. A la mañana siguiente me despertó dando ligeras caricias a mi cabello.
-¿Minnie?-pregunté abriendo mis ojos.
-Algún día no vamos a vernos.-dijo mientras sus ojos se volvían vidriosos, soltando mi mano.
-Aun así, si dejo de tomar tu mano, no voy a olvidar… No voy a olvidarte porque cuando estoy contigo siento que puedo ir a cualquier lugar.-dije aferrándome a él, ¿qué era toda esa situación? ¿Por qué todo sonaba como a despedida?
-¿Podrías…?-tosió un poco- ¿Podrías cantar una nana para mí?-asentí.- Jajá, tus ojos pasaron de cafés a rojos.-Le miré enternecido mientras aclaraba un poco la garganta.
-Estoy pensando en ti, siempre estoy a tu lado…-comencé a cantar mientras sentía como su agarre se volvía un poco más fuerte.
-Estoy cansado, creo que dormiré un poco.
-Está bien, seguiré cantando para que duermas.-dije sonriéndole, poco a poco su agarre se fue debilitando y poco a poco me fue soltando.- ¿Minnie? ¿Chang...? ¿¡Changmin!?

     No recuerdo cuántas veces le llamé ese día, pero si recuerdo el hueco tan grande que había dejado. Estar con él me había enseñado a vivir y ahora ya no estaba.


Y así como un día apareció, se fue.


-¿Qué estarás haciendo ahora, Changmin? ¿Estás viéndome?-dije observando al cielo.


FIN

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Hasta el fin


 
Título: Hasta el fin
Grupo: DBSK/TVXQ
Pareja: JaeMin
Género: SongFic, Slash, Lime, Angst
Extensión: OneShot


“Quisiera poder llorar
aunque fuera una vez más.”

Las marcas que surcaban por sus mejillas dejaban en evidencia que hace no mucho había estado llorando, sus labios resecos temblaban mientras seguía observando una fotografía. Pasó la yema de sus dedos y acarició la imagen, en ella aparecían él y un joven de cabellos negros y piel nívea, por las expresiones en sus rostros parecían sorprendidos. La comisura de sus labios se arqueó formando una sonrisa nostálgica.
Tragó saliva mientras seguía contemplando aquella fotografía que se habían sacado años atrás, lucían tan felices… tan seguros e ingenuos, cualquiera que mirara la imagen nunca pensaría en la encrucijada en la que se encontraban en esos momentos.
Llevó su mano derecha al pecho, justo en el lado del corazón, estrujando la camisa soltando pequeños sollozos. Estaba tan mal… se sentía tan miserable, sin vida. Tenía tantas ganas de llorar, pero parecía que se había secado, desde hace dos horas no había podido brotar ni una sola lágrima. Se sentía tan impotente, sólo podía sacar su coraje llorando, pero ahora ni eso.

-Jae… mi Jae…-susurró abrazando la fotografía.

Quería llorar de nuevo, aunque fuera una vez más. Sólo de esa manera podía saber que aún vivía, ya que desde que JaeJoong partió de su lado, era como si hubiera muerto.

“mi sueño ha quedado atrás
hay algo que muere adentro,”

Lo que más le dolía era que no había tenido tiempo para explicarle todo lo sucedido, y ahora su razón de ser se sentía traicionada y le despreciaba. No hay nada peor que ser odiado por la persona que amas.
-Yo… yo no participaré en la demanda.-articuló el más alto de los presentes, Hero inmediatamente alzó la vista mirándole confundido.
-¿Por qué, Minie?-preguntó rápidamente el delfín, eso había sido extraño, desde hace un par de meses habían estado hablando de ello y ya estaban a punto de meter la demanda como para que se retractara tan de repente.
-Chicos…-esta vez quien hablaba era el mayor de la agrupación.-… nos… ¿nos pueden dejar solos?

Antes de que JunSu tuviera tiempo para reclamar, Micky se lo había llevado con todo y silla del lugar. Un silencio incómodo se hizo presente, estaba sucediendo lo que ChangMin tanto temía.
-¿Cómo así?-logró decir con un hilo de voz que se quebró, el menor no quería verle, pero aun así alzó la vista y le miró. Sintió como si miles de alfileres le atravesaran en el corazón, la persona a quien tanto amaba estaba sufriendo por su culpa. Se sentía un monstruo.
-Tengo mis razones para no hacerlo.-pronunció con serenidad aunque le estaba costando decirlo, sentía que en cualquier momento cedería.
-¿Por qué ChangMin? Estuvimos todo este tiempo… yo… tú…-no había podido concretar la frase ya que el llanto le había vencido, se sentía traicionado.- Dame una buena razón para no pensar que eres un…
-Este no es el momento.-susurró.
-¿¡Si este no es el momento, entonces cuándo, carajo!?-su voz se escuchaba desgarrada y la rabia brotaba en cada una de las palabras.
-Yo sólo espero que me entiendas…-Jae totalmente fuera de sus casillas pateó una pequeña mesa de madera, rompiendo una de las patas, cayendo todo lo que se encontraba en ella. Con lágrimas en los ojos y tras dirigirle una última mirada a su amante caminó directo a la puerta.- Jae…-no pudo evitar parar al escuchar su nombre proveniente de aquella voz.-… Por favor conviértete en un héroe.

El mencionado sin comprender se marchó.
Cuando Shim al fin se halló solo se dejó caer al piso sin ninguna piedad, sin importarle que sus manos se rasparan. Sólo esperaba que algún día lo lograra entender.

A partir de ese día fue como si algo dentro de él hubiera muerto.

“hoy voy a desintegrar, mi cuerpo y llegar a ti,
pasé noches sin dormir, mis ojos se van al cielo.”

La noche estrellada se vislumbraba desde la ventana, ChangMin observaba como los autos transitaban por las calles de Seúl. Perdido en sus pensamientos, perdido en los recuerdos de los momentos gratos que él y Joong habían pasado.
-Minie… ¿no has dormido, cierto?-apareció detrás de él el líder, la preocupación era evidente en su rostro.
-No, hyung…-soltó en un pequeño hilo de voz mientras soltaba un suspiro. La mirada del mayor se depositó en lo que había en sus manos, la fotografía de JaeJoong.

Aunque ahora sólo eran ellos dos no había podido hacer que Min olvidara a Hero, cada vez que veía como el menor lloraba todas las noches por la repentina separación una inmensa rabia aparecía en él. Si él fuera JaeJoong nunca lo haría sufrir. Si tan sólo supiera todo lo que él ha hecho por él.

-Así que están planeando demandarnos.-dijo un hombre con una sonrisa surcando por su rostro, Shim se había sorprendido, ¿cómo se había enterado?- Mira, podemos hacerlo por las buenas o por las malas.
-No sé a qué te refieres… lo de la demanda…-el hombre alzó su índice en señal de que guardara silencio.
-Qué te parece este trato, tú en cambio del resto.-Min frunció su entrecejo sin entender nada.- ¿Me crees tan estúpido como para dejarlos ir como si nada?
-Yo…-vaciló unos momentos, aun no comprendía al cien a lo que se refería.
-Verás… ¿no querrás que a tu querido Jae le pase algo malo?-le miró maliciosamente, el maknae temió por primera vez a esa persona.- Sé que tú y ese están saliendo, así que… como el buen novio que eres estoy seguro que sólo quieres lo mejor para él.-soltó un suspiro cambiando su desplante a uno intimidante.- Me conoces bien, así como los creé también los puedo destruir. ¿Y tú no quieres que pase eso, verdad?
-¿Sólo tengo que seguir yo, verdad?-preguntó resignado, sabía cuánto Jae amaba cantar y lo que había luchado por ser quien era ahora, no querría destruir sus sueños, él aún tenía que convertirse en el héroe de la música como tanto lo deseaba.
Cuando YunHo se enteró decidió quedarse al lado de Min, no podía dejarlo solo en esos momentos, aunque eso significara también dañarse.
-Hyung… ¿crees que si estuviera muerto, podría estar al lado de Jae?-preguntó mirando las estrellas con un deje de nostalgia.
-Ni siquiera lo digas en broma.-pronunció molesto, ¿cómo se atrevía a decir algo como eso?

Una lágrima descendió por el pálido rostro de Max mientras sus ojos se iban al cielo estrellado de esa noche.

“Y déjame recobrar,
mi aliento y mi fuerza para aguantar,
para dejarte ir.”

-ChangMin… déjalo…-susurró suavemente mientras intentaba hacer que el mencionado soltara el retrato que yacía en sus manos.
-No puedo…-su voz se quebró por un momento aferrando más a sí mismo la imagen.
-Tienes que hacerlo, no puedes estar sufriendo por siempre.-tomó del rostro del menor entre sus manos.
-Hyung…-su labio inferior tembló.- Yo lo amo. Lo amo más que a mi vida… no tengo las suficientes fuerzas para dejarlo ir…
-Pero sólo te estás haciendo daño Minnie.-acarició su mejilla con el pulgar limpiando al mismo tiempo una lágrima.

Con las manos temblorosas y, dudoso dio una última mirada a la fotografía, la acarició de nueva cuenta. Soltó un suspiro tragando un poco de saliva, lentamente extendió su mano hacia YunHo.
-Por favor… cuídala por mí.-hizo una pequeña mueca en un intento por sonreír. El líder pasó una mano detrás de su cabeza tomando la imagen, para después rodearlo en un abrazo.
-Todo estará mejor… te lo prometo Minnie…-susurró.

“Hasta el fin, el fin,
hasta el fin”

Cuánto… ¿Cuánto tiempo más podría estar así?




“Y te voy a recordar
pues llevo tu cuerpo en mí,
y sé que no volverás,
pues sé que hoy estas muy lejos.”


Dos cuerpos desnudos moviéndose al mismo ritmo, entregándose en una danza llena de pasión y amor. Cada roce, cada mordida, cada beso era disfrutado y guardado en sus memorias. Las blancas manos del mayor se aferraron a la espalda apiñonada, hundiendo sus dedos marcando la piel. Con su espalda arqueada disfrutando de aquel vaivén y aquella fricción que hacia su extremidad en el abdomen ajeno.
-Jae…-dijo el menor buscando el rostro del nombrado. El otro no tardó mucho en aprisionar sus labios y comenzar con esa batalla de lenguas dentro de sus cavidades. Por escases de oxígeno se tuvieron que separar.
-Te amo, Min.-acercó su rostro al cuello de ChangMin mordiendo delicadamente la piel canela.- Te amo tanto.
-Lo sé…-apresuró el movimiento de caderas, logrando encontrar el punto que volvía loco a su amante.- Lo sé y yo también te amo.
-Ah… Minnie… ah…-gemía descontroladamente.

¿Cómo poder olvidar eso?
Si cada vez que el viento golpeaba su piel los recuerdos de las caricias estaban presentes, era como si su piel estuviera tatuada. Pero qué más podía hacer, él ya no estaba a su lado. Y no volvería, porque conocía bien a JaeJoong, no era de los que fácilmente podían olvidar una traición. Además de que, ¿cómo buscarle? ¿Cuándo? En la agencia se habían encargado de eliminar cualquier posible contacto con el trío, los tenían vigilados día y noche. Eso hacía que cada vez estuvieran más lejos, una larga distancia la cual parecía no tener fin.
Si Jae había pensado alguna vez en perdonarle, esa oportunidad había desaparecido por su lejanía.

“Y déjame recobrar,
mi aliento y mi fuerza para aguantar,
para dejarte ir.”

Como quería olvidarle, o al menos ya no sentir, cada día se le dificultaba vivir. Le costaba respirar, porque en su mente sólo existía una cosa: Kim JaeJoong. Pero no, no sería egoísta, no podía hacerle eso a su amado. Tal vez después de todo el destino no los quería juntos, tal vez no eran el uno para el otro.

Pero aun así… cuánto lo amaba.

“Hasta el fin, el fin, hasta el fin,
no, no, no, no”


YunHo acababa de llegar al apartamento que compartía con el menor. El lugar estaba en completa oscuridad, siendo ligeramente alumbrado por las luces de la ciudad que se colaban por las ventanas. Con gran pesadez arrastró los pies y botó por algún recóndito lugar de la sala el maletín que llevaba en manos, se estiró mientras se encaminaba a su habitación. Estaba tan cansado que ni siquiera tenía ganas de ir a ver cómo estaba Min, mañana le preguntaría, en esos momentos no, muy apenas y se podía mantener en pie.
Al terminar de colocarse una muda limpia se recostó sobre la cama, sus párpados estaban pesados, al parecer esa noche no tendría que consumir aquellas pastillas para concebir el sueño. Soltando un suspiro ladeó su cabeza hacia una de las mesas de noche que se encontraban al lado de la cama, miró la hora que marcaba el reloj, pero algo le extrañó. No se encontraba el frasco que contenía dichas píldoras.
Estaba casi seguro que lo había dejado ahí, confundido y curioso se sentó sobre el colchón buscando en uno de los cajones el medicamento. Aún más desconcertado cruzó la cama buscando en la otra mesilla. No estaba.
Un mal presentimiento atravesó todo su ser y un escalofrió surcó por su espina dorsal. Presuroso emprendió carrera hacia la habitación de Shim, por debajo de la puerta se podía apreciar la luz desde adentro.
-ChangMin…-le llamó tocando con los nudillos la madera.- Minnie…-le volvió a llamar sin conseguir respuesta. Con la mano temblorosa tomó de la manija y la giró lentamente.

Miró con horror la escena, en el piso se encontraban varias de las pastillas, pero eso no fue lo que le impresionó, ChangMin estaba en la cama y sostenía en una de sus manos el frasco que minutos antes estaba buscando.
-¡No, no, no…!-gritó acercándose a Min, tomó su rostro intentando encontrar alguna reacción, sin embargo este estaba inconsciente. Sus signos vitales eran muy leves.




“Déjame desintegrarme a ti,
para llegar a ti,”

Por uno de los pasillos se escuchaban los pasos de varias personas, sus respiraciones agitadas.
U-Know intentaba igualar el paso de los doctores en vano, pues unas puertas le impidieron la entrada. Cerró su mano formando un puño y dándose ligeros golpes en la frente.

-Hyung… ¿crees que si estuviera muerto, podría estar al lado de Jae?

¿Cómo no lo había visto?
ChangMin ya le había dado señales de quererse suicidar, pero por estar tan ocupado en sus asuntos se fue olvidando poco a poco de lo que el menor estaba sufriendo. Si Min moría, no sabría qué hacer. Con la respiración agitada y sintiendo como si la garganta le quemase comenzó a marcar un número desde su celular.



El ruido producido por los platos estrellándose contra el suelo alarmó a YooChun y JunSu quienes se encontraban en la sala. Las manos de Joong temblaban al igual que su cuerpo, su rostro se mostraba tenso y las lágrimas habían aparecido inesperadamente.
-¿Estás bien?-dijo su SoulMate acercándose a la escena, sin embargo Jae ni siquiera intentó darle respuesta.- ¿Jae, te hiciste daño?
-Hyung…-le llamó el delfín un tanto asustado mientras inspeccionaba la cocina intentando encontrar rastro de sangre o algo por el estilo.
-Min…-fue lo único que pudo articular para después girar su vista hacia el pelinegro tomándole de los hombros.- ¡Min! ¡Algo le pasó a ChangMin!

Gritó histérico sorprendiendo a ambos.

-¡Estoy seguro! ¡Algo le pasó!-estaba completamente fuera de sí, Park lo tomó de los hombros intentando que reaccionara pero parecía no tener efecto. Una melodía comenzó a sonar desde la sala.
-¡Su, ve a contestar mi celular!-pidió a gritos para poder distinguirse por encima de la voz de JaeJoong. El menor nervioso se limitó a obedecer.

Después de unos minutos el joven regresó a la cocina, se encontraba totalmente pálido como si acabase de ver a un fantasma, eso no le dio muy buena espina al dandy. Balbuceó intentando formular palabra, pero simplemente no podía.
-¿Qué pasó JunSu?-preguntó con un hilo de voz Hero.
-YunHo acaba de hablar…-logró decirlo pero su vista permanecía en algún punto de la cocina.-… él dijo que ChangMin…
-¡ChangMin! ¡¿Qué le pasó a ChangMin?!-el mayor logró zafarse del agarre de YooChun para después zangolotear a JunSu en busca de respuesta.- ¡¿Qué le pasó?!
-¡Jae!-sujetó de sus muñecas al notar lo fuerte de su agarre.- Estás lastimando a SuSu.
-…ChangMin está en el hospital…-hizo una pausa.- Intentó suicidarse…
-No, no, no…

Jae cayó estrepitosamente al suelo de rodillas, ahogado en llanto, con un pequeño hipo apoderándose de él.
-Te lo dije Chunnie…  te lo dije…-el mencionado se puso a la misma altura rodeándolo en un abrazo.- Quiero ir… quiero verlo…

“para pedirle al tiempo,
me deje otra vez vivir, mil años junto a ti,
te esperare hasta el fin,
hasta morir”.

El marco apresurado de sus pasos era lo único que se escuchaba por los silenciosos pasillos, los tres jóvenes fueron inmediatamente a pedir informes, pero la mujer parecía estar en su contra pues los ignoraba. Chun sostenía entre sus brazos a Jae, pues amenazaba en cualquier momento volver a caer.
-¡Ahí está YunHo!-exclamó corriendo hacia el líder quien se encontraba sentado en el piso con la espalda recargada en la pared y la vista baja. Rápidamente se encaminaron hacia él los otros dos.
-Hyung…-susurró haciendo que Jung alzara la vista, sus ojos estaban rojos y el camino que las gotas saladas habían hecho se notaba.
-No debí dejarlo solo…-fue lo único que dijo.- Si yo no lo hubiera dejado solo esto jamás hubiera pasado…
-Pero ¿qué pasó, hyung?-preguntó Xiah un poco desconcertado por las palabras que el mayor decía.
-Él estaba muy mal… y yo no lo noté…-desvió la vista hacia otro lugar-… yo estaba tomando pastillas para dormir, y en un descuido él las tomó…-llevó sus manos al rostro.- ¡Soy un estúpido! -ahogó su propio grito con sus manos- ¡Debí de haberlo sospechado desde ese día!
-¿Cómo…? ¿Cómo está él?-al fin pudo hablar el vocalista principal.
-¡Tú! -se puso de pie tan rápido que sorprendió a los recién llegados, y a uno que otro metiche.- ¡Por tu culpa Minnie está entre la vida o la muerte!-tomó de la playera de Jae dejando perplejo al YooSu.- Si no hubieras terminado con él… si no le hubieras roto el corazón…
-Él me lo rompió primero.
-No, no, no…-negó con la cabeza.- Tú no sabes nada… ChangMin no quería hacerlo, lo amenazaron… él sólo quería que te convirtieras en un héroe, que siguieras haciendo lo que tanto querías… y tú le pagaste así…
-No me digas que…-sus ojos se comenzaron a cristalizar nuevamente, el otro asintió.
-Así es.
-¿Familiares del señor Shim?-cuestionó un hombre vestido en azul quitándose el cubre bocas.
-N-No los hemos podido contactar pero, pero nos puede decir a nosotros, somos amigos de la familia…-tropezó un poco las palabras YunHo.
-Lo siento, necesito que un familia-
-Yo soy su novio, a mí sí me lo puede decir, ¿no?-le miró con rostro suplicante, el doctor soltó un suspiro.
-Está bien,-pausa- afortunadamente pudimos hacer el lavado de estómago con éxito. Aún está en cuidados intensivos, pero cuando se estabilice lo transferiremos a una habitación normal.
-Entonces, ¿cuándo podremos verlo?-preguntó el pequeño delfín con una sonrisa en el rostro y varias lágrimas de alivio cayendo por sus mejillas.
-En unas horas, cuando pueda recibir visita nosotros les avisamos.

La puerta de la habitación se abrió para dar paso a uno de los ídolos surcoreanos, sus ojos se mostraban hinchados, con pasos lentos e inseguros se acercó a la camilla. Cuando quedó a una distancia admisible se hincó quedando a la altura de la camilla, una lágrima brotó por sus oscuros ojos mientras tomaba de la mano de su amado.
-ChangMin…-susurró contemplando al bello rostro del joven quien dormía, se veían tan vulnerable…- ChangMin…
Agachó la cabeza rompiendo en llanto, apretó su mano. Se sentía tan culpable, no supo el dolor por el que el menor estaba pasando y se sentía tan mal, porque en parte era su culpa.
-¿Hyung?-se escuchó la débil voz del menor. Inmediatamente alzó la vista topándose con los ojos de Min sobre su ser, un escalofrío lo inundó y unas enormes ganas de besarlo se adueñaron de él.
-Shh…-le calló tiernamente.- No te esfuerces mucho… ya estoy aquí…
-¿He muerto y estoy en el cielo?-levantó su mano acariciando el rostro del mayor, Jae la tomó depositándole pequeños besos.
-No Minnie, no estás muerto…-susurró tratando de controlar sus lágrimas.- ¿Por qué hiciste eso?
-Pensé… pensé que si moría podía estar junto a ti…
-Ni si quiera lo vuelvas a pensar…-se puso de pie acercándose al rostro del menor, chocando su aliento contra la pálida mejilla.- Siempre, escúchame ChangMin, siempre voy a estar aquí a tu lado. Sólo espera, te libraremos de esa prisión a ti y a YunHo, ¿me esperarás?
-Hasta el fin, hyung.-acarició de nueva cuenta el rostro del mayor desapareciendo lentamente la distancia que existía entre sus labios.


“Hasta el fin, el fin, Hasta el fin.
Hasta el fin, el fin”

Era la primera presentación del trío, las entradas se habían agotado rápidamente. Tras bambalinas un nervioso JaeJoong comenzaba a orar en silencio, sus plegarias eran para que todo saliera bien, ya que si eso pasaba el hecho de tener a ChangMin a su lado era más cercano.  Ninguno de los tres pudo evitar romper en llanto al interpretar “W”, el concierto había sido un éxito.
En el camerino un relajado ratón era besado tímidamente por JunSu, Joong decidió darles un poco de privacidad y salió sacando su móvil. Marcó al primer número en su lista.
-Te amo ChangMin…-fue lo primero que salió de sus labios.
-Yo también te amo hyung.
-¿Minnie, aún me estás esperando?-sonrió.
-Claro hyung, hasta el fin.

FIN